Chamfer Home es una casita modular que, dicho sea de paso, más bien parece una hermosa roulotte con patas, si atendemos a su aspecto, movilidad y tamaño. Fabricada con materiales ecológicos por S-Archetype, sin embargo, más allá de su estética constituye un refugio portátil ideal para llevar una vida nómada por todo el mundo.
Lógicamente, también permite su ubicación permanente allí donde deseemos, por ejemplo en la ciudad (incluida la azotea de una finca o sobre la cubierta de una casa) o en cualquier otro lugar, como el terreno de nuestra propiedad e incluso, si fuera posible, también paradisíaco, en este caso cerca de la arena de una playa, junto a un lago o en una verde y florida pradera.
En fin, sea donde fuere y durante el tiempo que fuere, la pena es que todavía se trata de un concepto, lo que significa que no es una realidad tangible. Por lo tanto, hemos de contentarnos con estas potentes imágenes y con la filosofía que ha dado vida a la idea, que no es poco.
Micro-hogar urbano o casa de vacaciones
Como idea, precisamente, sí supone una nueva alternativa real para una vida urbanita o en contacto con la naturaleza. Básicamente, se ha intentado fomentar el diseño ecológicamente sostenible y accesible mediante unas formas que despierten la imaginación. En palabras de los arquitectos de S-Archetype:
Queríamos diseñar una casa con estilo, que fuera compacta, sostenible y asequible para que coincida con diferentes estilos de vida y las necesidades contemporáneas. Una diseño audaz, una estructura ecológica que pudiera crearse fácilmente en cualquier lugar, además de ser una casa prefabricada totalmente autónoma, que también sirva como casa de vacaciones perfecto.
Su lado verde no se reduce a los materiales sostenibles que se emplearían, sino a su eficiencia a la hora de climatizarla en verano y en invierno para que controlar tanto el frío como el calor gracias a colectores solares, ventilación pasiva, entre otros recursos.
La independencia energética
La independencia energética es otro de sus puntos fuertes, así como su distribución, que intenta optimizar los espacios utilizables para ofrecer comodidades propias de casas más grandes, incluyendo una cocina y un baño, con un total de 27 metros cuadrados.
La luz natural, por último, se aprovecha al máximo, sin olvidar un interesante detalle: ventanas especiales con doble vidrio utilizan la energía solar de manera diferente en función de las necesidades o la estación del año, permitiendo calentar o ventilar el interior a la carta. ¿No es increíble? Sin duda, más de uno agradecería que esta idea se hiciera realidad.
Fuente: ecologiaverde.com