Radiación directa, difusa y reflejada

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La energía solar incidente en una superficie terrestre se manifiesta de tres maneras diferentes:

• La radiación directa es, como su propio nombre indica, la que proviene directamente del sol.

• La radiación difusa es aquella recibida de la atmósfera como consecuencia de la dispersión de parte de la radiación del sol en la misma. Esta energía puede suponer aproximadamente un 15% de la radiación global en los días soleados, pero en los días nublados, en los cuales la radiación directa es muy baja, la radiación difusa supone un porcentaje mucho mayor. Por otra parte, las superficies horizontales son las que más radiación difusa reciben, ya que “ven” toda la semiesfera celeste, mientras que las superficies verticales reciben menos porque solo “ven” la mitad de la semiesfera celeste.

• La radiación reflejada es, como su propio nombre indica, aquella reflejada por la superficie terrestre. La cantidad de radiación depende del coeficiente de reflexión de la superficie, también llamado albedo. Por otra parte, las superficies horizontales no reciben ninguna radiación reflejada, porque no “ven” superficie terrestre, mientras que las superficies verticales son las que más reciben.

Para hacerse una idea, en Cáceres, en un día medio de marzo, la energía directa supone 2,09 Kwh/m2, mientras que la energía difusa es 1,91 Kwh/m2, es decir, la difusa es un 48% del total, mientras que en un día medio de agosto, la directa supone 6,00 Kwh/m2, mientras que la difusa es 2,08 Kwh/m2, en este caso, un porcentaje del 25%. Esto se debe a que en agosto está menos nublado que en marzo.

Fuente: ecohabitar.org